¿Sabías que hay más de una clase de neumonía? Aunque la neumonía es siempre una infección pulmonar, hay muchos tipos distintos. Dos de los tipos de neumonía más comunes son la viral y la bacteriana.

El tipo más común de neumonía bacteriana se llama neumonía neumocócica.

La neumonía neumocócica puede ser grave. Los síntomas pueden aparecer rápidamente, y pueden incluir tos, fatiga, fiebre alta, escalofríos y dolor de pecho con dificultad para respirar. Algunos síntomas pueden durar por semanas, o más.

En casos graves, la neumonía neumocócica puede causar hospitalización. O, en algunos casos, incluso la muerte.

La neumonía neumocócica no es un resfriado ni la gripe. Es una enfermedad pulmonar bacteriana, mientras que el resfriado y la gripe son virales.

En algunos casos, la neumonía neumocócica puede hacer que parte de los pulmones se llenen de mucosidad, dificultando la respiración.

Puedes contraer la neumonía neumocócica a través de la tos o el contacto cercano. Puede aparecer en cualquier lugar, en cualquier momento, rápidamente y sin advertencia.

No solo las personas mayores y poco saludables corren riesgo de contraer esta enfermedad. Si eres mayor de 65 años, o estás entre los 19 y 64 años y tienes ciertas afecciones de salud crónicas como asma, diabetes, EPOC o insuficiencia cardíaca, podrías tener un mayor riesgo de contraer neumonía neumocócica. Eso se debe a que a medida que envejeces, o presentas ciertas afecciones de salud crónicas como asma o diabetes, tu sistema inmunitario es menos capaz de combatir las infecciones.

Ayuda a protegerte. Vacunarse puede ayudar a prevenir la neumonía neumocócica. Incluso si ya estabas vacunado con otra vacuna contra la neumonía.

Si eres mayor de 65 años, o estás entre los 19 y 64 años y tienes ciertas afecciones de salud crónicas como asma o diabetes, pregúntale a tu médico o farmacéutico si la vacunación contra la neumonía neumocócica es adecuada para ti.

Cerrar